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jueves, 19 de diciembre de 2013

Rebelión en la ciudad


Imagen: Guille MenkuiRuiz

Los animales de granja tienen ese qué se yo...

En personas básicamente urbanitas, como puede ser mi caso, es probable que generen sentimientos encontrados: de nostálgica ternura, al recordar, por ejemplo, los cuentos a los que tuvimos acceso siendo pequeños, las figuras para manipular, los dibujos animados; de genuino entusiasmo, como cuando organizamos la primera incursión a una granja cercana; pero también de máximo asombro, como el que experimentamos a través de nuestro sentido del olfato, al comprobar lo diferente que resultó la realidad a esas idílicas instalaciones que habíamos imaginado; o incluso de absoluto rechazo, si además nos llevamos de allí un recuerdo, de los que cuesta quitar de la suela de nuestros zapatos.
Esta confrontación de emociones tal vez ha disminuido desde la aparición de los exitosos juegos de granja multimedia. Aunque recuerdo el placer mayúsculo que experimenté al descubrir cómo bloquear estas aplicaciones en Facebook para dejar de recibir invitaciones.

Guiños aparte, podemos ver que de una forma u otra estos mansos animales nos acompañan desde el principio de nuestras vidas.
Incluso como especie; los inicios de este vínculo se remontan al período Neolítico, cuando optamos por capturar y domesticar animales para criarlos y obtener múltiples productos a partir de ellos. Estas labores, junto con las primeras actividades agrícolas, lograron reducir la incertidumbre que nos suponía la alimentación hasta ese momento.

¿Será el resultado de nuestra memoria individual y colectiva lo que los acomodó en el estrellato tecnológico del mundo de los juegos?
Me resulta por lo menos curioso el hecho de que podamos dedicar horas y horas a cuidar y armar con esmero una granja tras una pantalla, cuando quizás jamás hemos estado en una realmente.
Hemos llegado a un punto que no comemos lo que cuidamos ni cuidamos lo que comemos.

Y la incertidumbre alimentaria vuelve a presentarse.

Sin embargo, nuestro interés sí está puesto en la alimentación y su relación con nuestra salud y con el medio ambiente; también en los mecanismos de producción y sus repercusiones climáticas o sociales.
Según los últimos informes sobre los hábitos de compra y los valores ecológicos a nivel internacional, existe un elevado deseo por parte de los consumidores de aumentar las compras de productos ecológicos, pero los porcentajes demuestran que aún estas prácticas de consumo son bastante menores que las pretendidas.
Tal vez ahí radique la popularidad de los juegos de granja frente a las granjas reales, en que suelen ser mayores nuestras intenciones que nuestras acciones.

De esa popularidad se sirvió, curiosamente, una agencia de publicidad este año. Para enviar el mensaje que quería hacer llegar la FAO, de que "millones de personas no tienen agua para regar los cultivos y poder comer, ni tan siquiera para beber", los 45 millones de usuarios de Farmerama vieron cómo sus granjas quedaban devastadas por las sequías. La impactante acción sirvió también para recaudar fondos y promover acciones reales en granjas reales.

Aprovechemos que estamos en fechas festivas y, por lo tanto, propicias para renovar nuestros propósitos. Los míos consisten en fijarme metas responsables y realizables que generen transiciones hacia otro consumo.

Treehugger


¿Cuáles son las tendencias en sostenibilidad?

Las ciudades del futuro parecen tender, entre otras cosas, a la autosuficiencia energética y al autoabastecimiento alimentario.
La agricultura vuelve a la ciudad en forma de huertos y de cubiertas verdes, horizontales y verticales, que se instalan tanto en espacios públicos como comunitarios y privados, integrando la naturaleza al núcleo urbano.

¿Por qué cambiar nuestra forma de alimentarnos?

Mantener el ritmo de nuestra alimentación actual, en cantidad y calidad, con producciones que recorren distancias kilométricas para ser consumidas, con la enorme inversión energética implícita en el transporte y la consecuente explotación humana y de recursos, no es viable ni justo ni sostenible.
Disminuir la ingesta de productos de origen animal, hacia un consumo más vegetal, sería beneficioso para nuestra salud ya que, al reducir las proteínas de nuestra dieta, lo haríamos también con una serie de enfermedades provocadas por esos excesos.
Si incorporamos alimentos provenientes de la ganadería ecológica estaríamos promoviendo la cría de razas autóctonas en libertad. Estos animales son amamantados hasta los ocho meses; luego continúan su alimentación con productos naturales, sin piensos ni estimulantes que aceleren su crecimiento y engorde. De esta forma estaríamos colaborando con el fin del maltrato animal a nivel industrial.

Más ventajas de la agroganadería ecológica:

  • Contribuye a paliar el cambio climático.
  • Reduce residuos.
  • Produce alimentos saludables y nutritivos.
  • Protege la salud de los agricultores, al evitar el uso de pesticidas y otros productos tóxicos.
  • Fertiliza la tierra y frena la desertificación.
  • Favorece la retención de agua y no contamina los acuíferos.
  • Fomenta la biodiversidad.
  • Mantiene los hábitats de animales silvestres.
  • Promueve los circuitos cortos de comercialización.
  • Preserva la vida rural y la cultura campesina.
  • Es socialmente más económica.
  • Permite una verdadera seguridad alimentaria
  • Impulsa la creación de puestos de trabajo con remuneraciones justas.
  • Devuelve al campesino la gestión de sus tierras, sin dependencias.

Una extraña metamorfosis ocurre cuando comenzamos a hacer consciente el lugar que ocupamos dentro de la naturaleza.
Nuestras buenas intenciones, a veces excedidas, si no tienen en cuenta el alcance y las consecuencias de nuestras decisiones pueden echar por tierra los propósitos de cambio en nuestro consumo.
Cada año, cientos de aves de corral son abandonadas como efecto indeseado de esta "toma de conciencia".
No podemos permitir que nuestros deseos generen una situación peor de la que se quería escapar.
En muchos aspectos estamos viviendo una verdadera esclavitud urbana que requiere una rebelión.
Nuestras decisiones de consumo se constituyen en acciones políticas que marcan un rumbo, por lo que debemos tener claro hacia dónde queremos ir y enfocarnos.
Si queremos sentirnos parte de la rebelión urbana debemos impedir que degenere en nuevas incertidumbres cíclicas, al mejor estilo Rebelión en la granja, de George Orwell.

"Sin un mundo rural vivo, nuestra seguridad alimentaria está gravemente amenazada. Es fundamental una perspectiva de solidaridad campo-ciudad." Esther Vivas 





¡Que tengas unas felices fiestas!

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Fuentes y más información:

Hazte Sostenible: informe hábitos de consumo
Conciencia Eco: informe consumo y medio ambiente
El blog verde: maltrato animal en la industria
El blog verde: agricultura ecológica
Esther Vivas: consumo agroecológico como opción política
Acción Ecológica: soberanía alimentaria
Vida Sana: agricultura biológica
Blog Anida: agricultura en la ciudad
Libro: Rebelión en la granja, de George Orwell. Referencia

Ejemplos de refugios y santuarios veganos en España:



Voluntariado en eco-granjas (internacional):



Amadrina o apadrina animales de granja (algunos ejemplos en España, pero seguro encontrarás similares en tu país):

Ecocolmena: colmenas y miel ecológica
El bosque mágico: las cabras y sus productos
Mas Claperol: las vacas y sus productos
Huertos de Ocio: las gallinas en casa o en la escuela


O simplemente adopta:

Scooby: un refugio seguro para perros, sobre todo Galgos, gatos, burros y animales rescatados de criaderos industriales, que puedes adoptar.



sábado, 16 de noviembre de 2013

Viajes que inspiran: Te cuento de Cuba

Un viaje en el tiempo, y un viaje hacia otro mundo posible.
¡Ojalá su semilla germine en nuestro mundo loco!

Calle de La Habana (Cocó Galli) 

Nos alojamos en casas de familia, lo cual hizo más rica la experiencia aún.
Son un pueblo maravilloso. Un pueblo digno, entero, creativo, solidario.
Hasta el tiempo cambia de dimensión por allá. Miden el tiempo con otros relojes, no el del eficientismo, sino con el suyo propio.
Descansan sobre una solidaridad y unión, que podría llamarlos los inventores de las redes sociales. ¡Son hormigas gigantes! ¡Y relajadas! ¡Y de sonrisas amplias! ¡Y de brazos tendidos!
Las miradas de los cubanos invitan y las caderas de las cubanas acompañan.

Algunos ejemplos:

Si te enfermás, allá: te preguntan tu nombre, después qué te duele; luego la doctora (en mi caso) te diagnostica, el enfermero te aplica la inyección, juntos te dan las cremas para el tratamiento y sólo después te preguntan si tenés obra social.

Si te perdés, allá: inútil que busques un mapa, ni que consigas un teléfono, ni que te conectes a Google. Un cubano o cubana (a partir de los ocho años ya se dan maña) te dirán cómo llegar, mientras entablan una interesante conversación contigo.

Si te encontrás de madrugada caminando por cualquier callecita oscura (de noche en La Habana se ven las estrellas), lo más grave que te puede pasar, y a lo único que le podés temer, es que algún cubano te haga, elegantemente, saber: mi vida, que la noche es de los dos (convite que podés rechazar gentilmente).

Todas las personas con las que conversé, adultos, niños, hombres y mujeres saben dónde queda Mar del Plata.

Creo que Cuba es mucho más Martí que Fidel. 
Cuba es, no parece.
Cuba no es servil, es solidaria.

Como verás, Cuba me enamoró. Con sus grandes y viejas casonas en mal estado; con sus playas maravillosas; con su falta de productos de limpieza y con sus ropas impecablemente blancas; con su falta de vidrieras y sus mujeres elegantes; con la salud física y espiritual de su gente; con sus farmacias desprovistas de Rivotril, con sus bancos que cierran las puertas para almorzar, con su falta de packaging y de basura; con su falta de papel y los cuadernos impecables de los chicos; con su dignidad y sus "atrasos"; con sus interminables colas en Coppelia (la heladería), con la  mirada de una juventud espiando internet; con ese sentimiento que tienen de sentirse parte, de ser ellos su país, con lo bueno y con lo que quieren cambiar o superar.

A Cuba vuelvo.
¡¿Qué más?!

Arq. Cocó Galli 
Mar del Plata   


"Arte soy entre las artes y en los montes, monte soy." En referencia a la obra Versos Sencillos (1891) de José Martí. (Cocó Galli)





jueves, 24 de octubre de 2013

Cuando el mundo comenzó a andar al revés

En el marco de la triple crisis que vivimos, la energética, la climática y la de alimentos, Ecologistas en Acción organizó un certamen de relatos cortos, con el fin de invitar a la reflexión.
Bajo el título Cuando los cultivos alimentan coches... se realizó esa convocatoria que, a su vez, fue la que inspiró el siguiente relato de colaboración con este blog. 

¡Gracias, Cocó, por aceptar la invitación y brindarnos tu visión!
Es un placer para mí tenerte aquí. Sin dudas, lo será también para l@s lector@s.
¡Bienvenida al blog!
    ¿Cuándo? ¿Cuándo el mundo empezó a andar al revés?

Cuando no nos detuvimos a pensar, ni a prevenir, ni a darnos la posibilidad de cambiar.
Cuando nos acostumbramos a que los coches contaminaran nuestro aire, invadieran nuestras ciudades, nos atropellaran en las esquinas, durmieran bajo techo, nos sumaran colesterol, llenaran las páginas de los diarios...
Cuando una decisión política favoreció el desarrollo de su industria por encima de otros intereses.
Cuando no nos animamos a desafiar a los intereses económicos que hay detrás. 
Cuando le dimos ánima a un conjunto de fierros; le dimos nombre, techo, crédito...
Cuando elaboramos más leyes para defender el derecho a, de y para las cosas, que para las personas. Miren, si no, en las facultades de abogacía, ¿cómo se estudia el derecho humano en relación con el de la propiedad? A lo humano y a todo lo vivo, a lo que de verdad es imposible de seriar, lo cosificamos, dándole utilidad.

     Y...¿cómo es que los cultivos alimentan coches? ¿Cómo?

-¡Se acaba el petróleo! ¿Con qué alimentamos a los autos? -se preguntan gobernantes, técnicos, investigadores; mientras, buscan respuestas para una mala pregunta, respuestas que siempre serán incorrectas porque parten de un interrogante también incorrecto.

La buena pregunta y el desafío es otro muy distinto.
Generamos un mundo de cosas del que creemos depender, y alimentar esas cosas que dan servicio a unos pocos, cuesta la vida de unos muchos. 
¿Es ese el mundo que queremos?
Si la respuesta es sí: vayamos en busca de más rejas, vayamos en busca de más armas, porque no va a quedar lugar seguro.
Porque, mientras alimentemos a nuestros coches y los abriguemos del frío, siempre va a haber detrás de un muro, o entre los arbustos, el hijo de algún otro que, sumido en el odio que genera la injusticia de hambre y de dignidad, tarde o temprano nos va a detener. 

     ¿Por qué? 

Porque ya todos sabemos que la comida no alcanza.


Arquitecta Cocó Galli - Mar del Plata

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Existen realidades que requieren de un golpe de timón de nuestra parte, de una mirada global y sostenida en el tiempo. 
Ante los grandes problemas de la vida, la mejor manera de avanzar es la misma que frente a los pequeños asuntos. Y consiste en responsabilizarnos con cuestiones como las que subyacen en este relato:
  • comprender la situación, 
  • pensar hacia dónde queremos ir, 
  • comprobar que podemos ser parte de la solución 
  • y adquirir compromisos para cambiar el rumbo de los acontecimientos.


  Una cuestión de competencia 


Debemos saber que no todas las alternativas renovables a los carburantes fósiles son sostenibles.
Ivan Pecek
Es el caso de los agrocombustibles, cultivos destinados a la elaboración de carburantes líquidos, principalmente bioetanol (en reemplazo de la gasolina) y biodiesel (en reemplazo del gasoil). Resultan de las cosechas de plantaciones convencionales, como el trigo, la colza, el girasol o la soja, y de otras de origen tropical, como el aceite de palma o la caña de azúcar. Usualmente, se utilizan mezclados con los combustibles tradicionales. 
También se los conoce como biocombustibles, aunque muchos sectores prefieren evitar esta palabra para no generar confusión, ya que el término "bio" alude a prácticas o productos ecológicos.

Las plantaciones que tienen como finalidad alimentar a personas compiten con aquéllas que alimentan nuestro ganado, con las que dan sustento a nuestros medios de transporte y maquinarias, y con los propios animales. Se disputan la tierra y el agua. 
Esto, sumado al cambio climático y su consecuente pérdida de cosechas, más las subidas del crudo (utilizado en traslados y fabricación de fertilizantes) y la mera especulación de los inversores son algunas de las causas de las temidas disparadas del precio de los alimentos.

Las políticas de los países desarrollados han favorecido estas tendencias, impulsando el uso de agrocombustibles a gran escala y obligando, por ley, su introducción en el transporte. Con esto se pretendió dar solución a la crisis del petróleo y mitigar el cambio climático. Pero las disposiciones tuvieron derivaciones desafortunadas. 


   La realidad en cifras 

  •  Se necesitan 9.000 litros de agua para producir 1 litro de biodiesel a partir de soja.  

      
    aquivivegente.org
  • En 2008, los agrocombustibles representaron el 3,7 % de todos los carburantes de la UE. Ese mismo año, la tierra que se utilizó para su producción, pudo haber alimentado a 127 millones de personas.

  • En Paraguay, por ejemplo, cada año son desplazadas de sus tierras 9.000 familias rurales y cerca de 500 mil hectáreas se convierten en campos de soja, disminuyendo la capacidad de estas personas para autoabastecerse. Situaciones similares ocurren en el resto de América Latina, y en países de Asia y África. 

  • Se crea un puesto de trabajo por cada 100 hectáreas de agrocombustible plantado.

  • En menos de un año, 42 millones de hectáreas de tierras en el mundo fueron adquiridas por inversionistas, de las cuales más del 75% se encontraban en África Subsahariana.

  • En Europa, aún si utilizáramos toda la superficie agraria disponible, sólo llegaríamos a producir un 30% de los requerimientos actuales de combustible para el transporte.

  • Las plantaciones de palma ascienden a 700 mil hectáreas que,  hasta hace poco tiempo, eran vastas extensiones de selvas tropicales y hábitat de los amenazados orangutanes, tigres de Sumatra o elefantes pigmeos.

  • Las reservas mundiales de granos se redujeron un tercio. 
  • Según el biólogo Jeffrey Dukes, la energía fósil consumida cada año equivale a la biomasa que crece a nivel mundial sobre la tierra y los océanos a lo largo de 400 años.

  • En Brasil, 200 mil personas trabajan como esclavos en las plantaciones de caña de azúcar de las que procede el etanol.

  • El cereal que, transformado en etanol, serviría para llenar un tanque de un automóvil grande, puede alimentar a una persona durante un año entero. Si el mismo tanque se llena cada 2 semanas, durante un año podrían alimentarse a unas 26 personas.

  • Tras la crisis inmobiliaria, se estima que en apenas 5 años las inversiones financieras en materias primas alimentarias se dispararon alarmantemente, de 35.000 millones de dólares a 300.000 millones.

  • Una resolución del Parlamento Europeo de enero de 2011 atribuía a los movimientos especulativos la responsabilidad del 50% de los incrementos del precio de los alimentos.

  • Según la FAO, el mundo tiene capacidad potencial para producir alimentos para 12.000 millones de personas. Somos 7.000 millones de habitantes. Aún con la posibilidad de alimentar a 5.000 millones más, entre 2011 y 2013 cerca de 842 millones de personas sufrieron hambre crónica.  

  • A más carne, más hambre: producir un kilo de carne de vacuno requiere unos recursos (tierra, agua, etc.) que permitirían producir 16 kilos de cereales.

  • De los 800 kilos de cereales consumidos por persona al año en Estados Unidos, sólo unos 100 kilos son ingeridos directamente en forma de pan, pasta o cereales para el desayuno. La mayor parte son consumidos indirectamente en forma de carne, aves o derivados.

  • La agroindustria produce el 30% de los alimentos del mundo, para lo que utiliza el 80% de las tierras agrícolas. La agroecología produce el 25% de alimentos en el 10% de tierras agrícolas. Por hectárea, el rendimiento de la agricultura campesina es entre 20 y 30 veces mayor que la industrial. 

  • La flota vehicular mundial se espera que aumente de los 1.000 millones de unidades actuales a 1.200 millones en los próximos 7 años. 
Uwe Braun

   Cambio de rumbo

Las políticas y acuerdos internacionales, en su lucha contra el cambio climático y la crisis energética, han perjudicado la soberanía y seguridad alimentarias durante las últimas décadas, principalmente en las naciones en vías de desarrollo.

El último informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), dado a conocer el pasado mes de septiembre, es una muestra del reconocimiento de los errores cometidos. En él se recomiendan acciones contrapuestas a las que se venían implantando, por lo que se insta a "pasar de los monocultivos a una mayor variedad de plantaciones, reducir el uso de fertilizantes, apoyar más a los pequeños productores y fomentar el consumo de alimentos locales."
Señala que "la pobreza rural, el hambre, el crecimiento de las poblaciones y la escalada de los problemas ambientales deben ser abordados por la comunidad internacional como una crisis colectiva" y resalta la importancia de facilitar modelos de producción agrícola a pequeña escala, para impulsar el desarrollo rural y la autosuficiencia de la población campesina.
El movimiento La Vía Campesina, la organización GRAIN y el Grupo ETC, tras impulsar por más de veinte años este tipo de medidas, contribuyeron finalmente con algunos capítulos al documento de la UNCTAD.

La tendencia se verá modificada a partir de estas directivas pero queda un gran trabajo por delante, que requiere del compromiso y la responsabilidad ya no solo de las naciones en su conjunto, sino también del esfuerzo individual de cada uno de nosotros para establecer y apoyar modelos sostenibles de producción y de consumo.

Llegó el momento de hacernos buenas preguntas para encontrar
respuestas correctas y personales porque, como apunta José María Medina Rey en la introducción del informe Hambre de Justicia, "es importante que cada quien descubra a qué se siente llamado en el esfuerzo colectivo para promover el derecho humano a la alimentación de todos los seres humanos (...) Esta búsqueda personal es el primer componente del compromiso y, probablemente, el más difícil."     
Sin dudas, el mantenernos informados es un segundo elemento que nos ayudará en esa búsqueda, en la que ideas como suficiente, conservación, ahorro, sostenible, ético, justo o responsable den lugar a acciones acordes:

Actuar como pensamos, al tiempo que modificamos y creamos hábitos de consumo hacia un mundo más justo.

No es fácil pero podemos hacerlo.

Hacia el final del mismo informe, encuentro una cita de Confucio que prefiero parafrasear:
Si ya sabes lo que tienes que hacer, estás mejor que antes, ¿no lo crees?



Fuentes y más información:

Documento: Consulta de Alto Nivel sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición en el proceso de definición de la Agenda post-2015. (Madrid, 04/04/2013).  Derechoalimentacion.org

Informe: Hambre de justicia. Siete compromisos capitales en la lucha contra el hambre. Derechoalimentacion.org

Documento: Consulta del HLPE sobre el borrador cero del informe: Biocombustibles y Seguridad Alimentaria. Aportaciones y comentarios de la campaña "Derecho a la alimentación. URGENTE".

UNCTAD urge a gobiernos a pasar de monocultivos a producciones más variadas (18/09/2013) Un.org

Informe: Biocombustibles. ¿El combustible del futuro?. SEO/BirdLife


Europa limitará los biocombustibles porque dañan la seguridad alimentaria. (24/09/2012) Periodismo Humano

La nueva geopolítica de los alimentos. (12/02/2013) Periodismo Humano

Los agrocombustibles reducen la producción de alimentos. (06/09/2013) Ecoticias

Un informe más de la ONU que llama a respaldar la agricultura campesina y la agroecología. (23/09/2013) La Vía Campesina

Los porqués del hambre. (30/07/2011) El País


Es hora de crecer a partir del cambio climático. Campaña Crece. Oxfam International

Monocultivos para la Exportación. Campaña Paren Aquí Vive Gente. Veterinarios sin Fronteras


¿Cree que los agrocombustibles... Agenda Viva. Invierno 2007

Agenda Viva Digital. Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. ¿Cree que los agrocombustibles...



Informes: Agrocombustibles. Amigos de la Tierra

Imagen "¿qué puedo hacer yo?"


  


viernes, 6 de septiembre de 2013

Tecnología 3D y sostenibilidad: la revolución de la impresión 3D (2º parte)

   No existe razón válida por la que debamos adaptarnos a los dictados de la tecnología. Por el contrario, si sabemos mantener el norte, es la tecnología la que debería adecuarse a resolver las necesidades humanas.

   En la era de internet, las condiciones son óptimas. Colaboraciones en red, fuentes abiertas o conocimientos distributivos se afianzan y se acrecientan en el quehacer diario.

Imagen: http://3dprintshow.com/category/paris2013 

   En el post anterior, figuran algunos ejemplos de desarrollo de herramientas 3D, que dejan ver el gran potencial que posee esta técnica en su aporte a la sostenibilidad. Las posibilidades se presentan, fundamentalmente, en el ámbito de la impresión 3D, ya que la facilidad para acceder a impresoras y diseños de todo tipo, sumado a los bajos costes, propician su desarrollo y la presencia en los hogares.

   Actualmente, la mayor limitación radica en que solo pueden fabricarse objetos a partir de un único material, generalmente plástico; por lo tanto, todavía no pueden combinarse diferentes elementos en una misma impresión.

 Makerbot: Impresora 3D de uso doméstico
   Imagina poder imprimir la pieza que necesitas para arreglar tu electrodoméstico, o el juguete para el cumpleaños del peque de la familia, o lo necesario para hacer realidad tu propio emprendimiento.

   ¿Y si, además, fuera posible convertir tus residuos plásticos en el material de impresión, disminuyendo todavía más los costos?

Deja de imaginar, porque todo esto ¡ya se está realizando!


   Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, bajo la dirección del profesor Joshua Pearce, ha ideado una unidad de reciclado llamada RecycleBot, gratuita y de código abierto, a la que se puede acceder desde la plataforma Thingiverse.

   Pearce cree que si se proveyera de esta tecnología (impresoras, unidades de reciclaje y capacitación) a las personas que viven en vertederos, por ejemplo, no solo serían capaces de dedicarse a reciclar y fabricar productos útiles, ¡sino también de convertirse en proveedores de fibra plástica para impresión de comercio justo! ¿No sería fantástico?

   Similar al de RecycleBot, es el mecanismo que utiliza la unidad de reciclado de la marca Filabot:



   A pesar de que el plástico es la materia prima más utilizada en impresiones 3D, otros materiales base, reciclados y reciclables, como madera, sal, cemento y papel, también están siendo empleados. En cuanto al metal, se han hecho avances en la fabricación de tecnología "que podría ser utilizada para proporcionar energía a cosas pequeñas, como sensores inalámbricos y dispositivos médicos". 

   En recientes investigaciones de laboratorio se consiguió fabricar la primera batería impresa y, mediante una integración de tecnología electrónica y tejido biológico, un oído "biónico". 
   En la misma línea, recientemente fue noticia la última innovación que facilitaría la reproducción de órganos: la impresión con células madre

   Un rápido avance se está produciendo en distintas esferas de la sociedad. En el ámbito de la educación, el lanzamiento de un proyecto de integración de impresoras en las escuelas de la ciudad de Nueva York, o el puesto en marcha en la Biblioteca Pública de Chicago, son una muestra de ello.

   Y así podemos seguir...

   
Coche Urbee
   El coche Urbee presume de ser el primer coche impreso en 3D y el más ecológico jamás fabricado, debido a su eficiencia energética y a que mitiga al máximo la huella medioambiental, tanto en la impresión de su cubierta externa como en el acabado interno.

 Partes y componentes para la industria aeronáutica impresos con
tecnología 3D, 5 veces más duraderos que los tradicionales.

Villa Asserbo: la vivienda global mediante impresión 3D.

   Los límites entre diseñador, fabricante y consumidor están desapareciendo, también en el mundo de la moda
Bikini a medida

Alta costura en 3D

   Un proyecto de investigación, que está siendo financiado por la NASA, se encargará de crear una impresora 3D que "supondría la sostenibilidad de la comida en el futuro de la Tierra y la solución a un gran problema de los viajes espaciales" (Esperemos que no intente también patentar los "materiales base").

La Nasa tras la financiación de una impresora 3D de comida.

   Siguiendo en la línea de la alimentación, los maestros pasteleros estarán de parabienes con la primera impresora de chocolate que ha sido fabricada en Reino Unido. 

Primera impresora 3D de chocolate

   Diseñada, desarrollada y ensamblada a mano en Oiartzun, Gipuzkoa, la impresora Tumaker Voladora Green es un diseño open source, que imprime con materiales biodegradables y con un bajo consumo de energía. 

   La start-up catalana Natural Machines prevé comenzar a vender hacia fin de año una impresora que permitirá diseñar recetas dulces y saladas, e imprimirlas en casa.  

Natural Machines



   En cuanto a las grandes impresoras industriales, quiero destacar la D-Shape, diseñada por Enrico Dini, capaz de imprimir edificios cuatro veces más rápido que si se construyeran de manera convencional. El sueño de Dini consiste en poder terminar la Sagrada Familia.  

D-Shape: enorme impresora con la que su diseñador sueña terminar la
Sagrada Familia.
   Las innumerables utilidades de toda esta tecnología merecen ser expandidas. Se calcula que, a este paso, en unos 50 años se podrá hablar de impresión molecular, lo que permitirá imprimir en cualquier tipo de material, a partir de unos pocos elementos básicos, como hidrógeno u oxígeno.

   Espero que el fin último resida en sostener el infinito entramado del que resulta el maravilloso equilibrio natural. 

   ¿Estaremos por lo tanto en la antesala de la Tercera Revolución Industrial?

   Tengo claro que, visto lo visto, no me disgusta nada la idea.


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   Otras fuentes y más información:








jueves, 25 de julio de 2013

Tecnología 3D y sostenibilidad: la revolución de la impresión 3D (1º parte)

   Me ha resultado interesante confirmar que, más allá de la pequeña y de la gran pantalla, la tecnología 3D tiene vida.

   Desde sus ya lejanos inicios en el cine, el procesamiento de la imagen en tres dimensiones ha pretendido reproducir la visión humana en busca de profundidad, dejando atrás la representación plana de la realidad.

   Es un recurso que está ampliamente desarrollado, se consolida y se sirven de él disciplinas específicas como la ingeniería aeronáutica y la automotriz, la industria, la medicina o la psicología.

   En consecuencia, la tridimensionalidad parece haber venido para quedarse. Su evolución trasciende el tratamiento digital y progresa ampliamente en el desarrollo de la impresión en 3D. Incluso se suele hablar de esta última como de una "tercera revolución industrial". Veremos por qué.

  ¿Puede esta práctica contribuir a mejorar el mundo? ¿Puede ser beneficiosa para la sostenibilidad medioambiental, social y económica?

   La idea de sostenibilidad forma parte de la toma de conciencia global. 
   Aún escuchamos en demasiados ámbitos hacer referencia a este término sólo en relación al crecimiento económico. Sin embargo, es una visión que surge como alternativa al actual modelo capitalista; una opción que procura poner límites y reconducir la economía, de manera que no termine con los recursos que nos ofrece la naturaleza, a la vez que permita el desarrollo de las sociedades en su conjunto.

   La definición más conocida se refiere a la sostenibilidad como la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades futuras.
   El reto de este planteo consiste en poder desarrollar de manera justa y equitativa las 3 dimensiones de las que se ocupa, que son la social, la medioambiental y la económica, teniendo en cuenta su alta complejidad e interdependencia.

   En la todavía instalada sociedad de consumo, ya podemos hablar de desarrollo sostenible o sustentable como una tendencia que se va convirtiendo, poco a poco, en exigencia por parte de los consumidores. A su vez, las empresas van comprendiendo que deben realizar un cambio cualitativo, transformador  e ineludible, en este sentido.

   La humanidad se enfrenta a innumerables desafíos en el futuro próximo. 
   "Se calcula que en 2050 un 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y la mayoría de este crecimiento urbanístico se producirá en los países en vías de desarrollo", afirma el apartado de diseño sostenible de la página de Autodesk.
   Las herramientas de software de esa web, por ejemplo, permiten realizar análisis complejos e integrales en 3D que posibilitan optimizar los sistemas urbanos en pro de la sostenibilidad (infraestructuras, obras públicas, servicios y hasta ciudades enteras).

Premio de diseño urbano sustentable SCA

   En el ámbito de la industria y la fabricación, el diseño sostenible va creciendo de manera constante.
   Durante el proceso tradicional de producción ocurren una infinidad de errores, los que se minimizan con la creación de prototipos virtuales en 3D, que permiten que se realicen análisis hasta lograr su versión física definitiva. Así, se abaratan costes y se efectúan todas las pruebas de rendimiento y eficiencia necesarias, lo que deja ver el ilimitado potencial de la impresión 3D.

   En el siguiente video, un resumen de lo visto en el 3D Printshow de Londres 2012: 




   Por lo que se ve, cualquier empresa puede acceder a esta tecnología y avanzar hacia la sostenibilidad. Está dejando de ser una herramienta utilizada sólo por especialistas para convertirse en un recurso de fácil acceso, tanto a sus diseños como a la posibilidad de impresión.
    Se cree que en su evolución podría ocurrir algo similar a lo que sucedió con el uso de los ordenadores o de las impresoras en papel.
   La franja de precios de las máquinas más económicas abarca desde los 500 a los 4000 dólares, con las que pueden fabricarse desde piezas para realizar bricolaje hasta el prototipo para cualquier proyecto emprendedor.





   La conocida página de intercambio de archivos The Pirate Bay, en el apartado Physibles, comparte objetos para imprimir a quien tenga acceso a una impresora 3D.
   Ya más especializada, la web de Wings 3D alberga un programa de código abierto, de uso libre y gratuito, disponible para la mayoría de las plataformas, que cuenta con el reconocimiento de una buena parte de la comunidad artística.
   Similar es el caso de Thingiverse, una comunidad para crear y compartir diseños digitales.
   O incluso la plataforma Open Source Ecology, iniciativa que cuenta entre sus proyectos con el curioso GVCS (Global Village Construction Set), el cual "permite la fabricación sencilla de 50 máquinas industriales diferentes, que permiten la construcción de una pequeña civilización sostenible, con las comodidades de la vida moderna". Entre la maquinaria cuentan con placas solares, un aerogenerador y, por supuesto, una impresora 3D.
   En la línea del diseño open source, un proyecto colaborativo permitió construir una prótesis de mano funcional para un niño, que puede realizarse a escala para ir reemplazándola a medida que el pequeño crezca. Los creadores coinciden en que "hay cosas que simplemente no deberían comercializarse, son necesidades en lugar de deseos".

   Llegados hasta aquí es fácil preguntarnos quiénes o dónde querrían prescindir de las múltiples oportunidades que ofrece esta técnica.
   La innegable posibilidad de abaratar costes de producción y su fácil acceso permiten vislumbrar por qué puede devenir en la tercera revolución industrial.
   Espero que su desarrollo llegue para resolver buena parte de las necesidades humanas. Para eso será importante no sólo imprimir, también pensar en 3D.

   Me ha quedado una buena cantidad de información que considero relevante y no querría dejar de compartir. Pero eso tendrá que ser en una siguiente entrada.
   ¡Hasta la próxima!

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Fuentes y más información:

Sostenibilidad:
- Ecoportal
- Portal Sostenibilidad
- Universidad de Murcia

Diseño sostenible
- El blog de Enrique Dans
- Economía de hoy
- El Cultural 
- Ideas que molan

Software libre, gratuito y/o de código abierto
- Fayer Wayer
- Impresiontresde
- Neoteo

Imagen Tierra: M4D Group




lunes, 17 de junio de 2013

Quito el modo pausa. ¿Hay alguien allí?

  ¡Hola!

  ¡Ya estoy de regreso de mi viaje a mi zona de confort! ¡Oh! ¡Ha sido estupendo!


Anja Stiegler -Photoflake
  Durante mi larga permanencia allí tuve la oportunidad de conocer personas y sitios muy interesantes. Toda gente con la que seguiré en contacto, por supuesto. Tal vez en algún momento suba alguna foto.

  He trabajado duro, con entusiasmo, y he aprendido mucho. Pero, suele pasar en cualquier zona de confort que se precie, ya puedes quedar extenuado de tanto hacer (o de descansar; depende de la personalidad del viajero, claro) que si has logrado sentirte cómodo, como no te obligues, de allí no sales. 

  Tengo que reconocer que la dinámica propia del lugar me fue inyectando dosis elevadas de novedad, las que mantuvieron mi curiosidad e interés en aprender intactos durante un buen tiempo. Estas condiciones suelen ser fundamentales para que me decida por una estadía prolongada en sitios de este tipo. Sin embargo, mi modesta experiencia viajera, hacía prever que en algún punto las aguas se aquietarían. Y se aquietaron.


              


  El volver se debió un poco a esa frase popular que dice que siempre se vuelve al primer amor. Y sí, algo de eso hubo. Aunque, lo que verdaderamente sucedió fue comprender que mi verdadero amor no está en un espacio concreto, sino en toda relación con los demás y que si no me expongo, si no me lanzo con determinación, mi pasión corre el riesgo de quedar reducida a una ilusión, a un objeto de deseo. 

  ¿Qué puedo hacer yo para provocar el cambio que quiero? Es un interrogante que me acompaña en cada paso que doy. Ahora mismo tengo claros varios "qué" y muchos "para qué"; algunos "cómo" están en construcción. Todos relacionados con nuevas ideas y proyectos que iré compartiendo poco a poco. 

  Volviendo al tema de mi viaje, aclaro que soy de las que sufren un leve síndrome postvacacional, por lo que la forma de trabajar por aquí será más o menos similar a la anterior, hasta tanto pueda ir progresando con mis nuevos desafíos. En caso de realizar un nuevo viaje a alguna zona de confort ¡me prometo no permanecer en ella tanto tiempo!, sólo el necesario como para tomar envión antes de dar mi siguiente paso adelante.

  Todas las puertas de Hacia Otro Consumo permanecerán abiertas para quien quiera reflexionar o compartir experiencias sobre  los distintos contenidos que se presentan en cada espacio. La transición hacia un modelo sostenible de desarrollo ya está en marcha. Entre tod@s la hacemos posible.
  
  ¿Sugerencias? ¿Comentarios? 

  ¡Arrancamos!

  ¿Hay alguien ahí?

(Lo siento; el siguiente audio no he podido habilitarlo para dispositivos móviles)